sábado, 24 de noviembre de 2007

¿Qué quiero?

¿Le costará tanto a todo el mundo saber lo que quiere, o simplemente no se lo plantean?.
A menudo, haciendo cualquier cosa, me convenzo de que debo poner lo que quiero por escrito. Una lista bien clara y concisa. Se me ocurren algunas cosas entre un razonamiento y otro. Luego, cuando mi mente está satisfecha por haber llegado a una conclusión razonable, el deseo se desvanece.
De nada serviría ocultar que hacer esa lista me acojona. Se me ocurre que escribirla sería como enamorarse. Es como asumir un reto, decidir ir a por algo, y, sobre todo, arriesgarse a no conseguirlo. Luego toca recriminarse la ingenuidad, por haberlo pensado siquiera, y seguir con lo que hay, sin más aspiraciones.
Yo sé que quiero. Es más, creo que todo el mundo, en el fondo, sabe lo que quiere. Lo que no tenemos tan claro es si lo merecemos y, por tanto, si es presuntuoso siquiera plantearlo.
¿O acaso todo esto solo se me pasa por la cabeza a mí?.
Y por otra parte, ¡¡ que fantástico sería si el único obstáculo a superar fuese ese mal trago de ponerse a la labor de puntualizar cuales son nuestros deseos !! Habrá que contemplar esta posibilidad también, ¿no creen?.
Con amor para todos, incluso para mí.

No hay comentarios: